Descripción
El cáncer de cérvix es el cuarto tumor más frecuente en la mujer a nivel mundial, y el segundo en mujeres con edades comprendidas entre los 15 y los 44 años. Se diagnostican aproximadamente 500.000 nuevos casos al año y la tasa de mortalidad es algo superior al 50%. A diferencia de otros tipos de cáncer, afecta a una población más joven comprendida entre los 30 y 60 años.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es el principal agente causal del cáncer de cérvix. Existen más de 100 tipos de VPH y aproximadamente 35 pueden causar infección en la mucosa genital, tanto femenina como masculina, constituyendo una de las enfermedades de transmisión sexual más prevalentes en personas sexualmente activas. Dentro de este grupo de VPH diferenciamos los de alto y bajo riesgo oncogénico.
Actualmente 13 tipos de VPH son clasificados como virus de alto riesgo oncogénico que, junto con 7 tipos de probable alto riesgo, se encuentran en cerca del 99% de los casos de cáncer de cuello de útero. La detección del VPH mediante técnicas de cribado se ha convertido en la principal herramienta preventiva del cáncer de cérvix. En consecuencia, la mayoría de las guías clínicas elaboradas por sociedades científicas internacionales incluyen la recomendación de completar el cribado del cáncer de cérvix con una técnica de detección de ADN del VPH en mujeres a partir de los 30 año. Está estimado que hasta el 75% de las personas sexualmente activas presentan una infección por VPH en algún momento de su vida. No todas las mujeres infectadas por VPH de alto riesgo van a sufrir un proceso carcinogénico. La mayoría de las infecciones por VPH remiten espontáneamente por acción del sistema inmunitario y, dependiendo del tipo viral, se suelen aclarar en un periodo de entre 8 meses a 2 años.
La persistencia del VPH es un factor imprescindible para el desarrollo de lesiones intraepiteliales de alto grado, por este motivo conocer la presencia del virus es imprescindible para la prevención del desarrollo de este tipo de lesiones.
La detección de los tipos de bajo riesgo 6 y 11 permite determinar la causa del desarrollo de la mayoría de verrugas genitales o condilomas.
